Es común en los equipos de trabajo, empresarios y emprendedores el querer mejorar su rendimiento y productividad. Uno de los villanos más grandes y comunes es la administración del tiempo porque entre manejar un equipo, la visión de la empresa, las tareas diarias y la estrategia, el desafío más grande es cumplir con todos los objetivos y maximizar su efectividad.
Lo que muchos ignoran es que con una gestión de tiempo que no funciona, enfocarse en su bienestar parece algo irreal e imposible de sostener. “No tengo tiempo para hacer ejercicio”, “no tengo tiempo para ver a mis amigos”, “no tengo tiempo para leer o estudiar más”, ¿te suena común repetir estas frases?
La falta de tiempo es una de las mentiras y excusas más grandes que utilizamos para justificar que no queremos hacer algo, que nos da miedo enfrentar la consecuencia de eso que estamos procrastinando, o que simplemente, estamos tan cansados y el decir “no tengo tiempo” es lo más simple para evitar explicaciones y recibir un consejo no solicitado.
La realidad es que no podemos multiplicarnos, ni vamos a tener más de 24 horas por lo que el manejo de tiempo usualmente no es el problema. Es un problema de manejo de energía. Es un problema de prioridades. Es un problema de intereses.
Así que la próxima vez que el cuento del “no tengo tiempo” toque tu puerta, recuerda que puedes elegir decir:
- No tengo la energía para..
- No es una prioridad…
- No estoy dispuesto a…
Para empezar a tomar acción al respecto y mejorar tu productividad prueba:
- Ser realista al momento de establecer un tiempo asignado a tus actividades.
- Reconocer las actividades que te drenan en el día y realizar algo que te levanta el ánimo después de éstas.
- Enfocarte en una actividad a la vez para no caer en el multitasking
- Priorizar tus tareas diarias e incluir una que contribuya a tu bienestar físico, mental, espiritual o emocional.
- Delegar ciertas actividades que no te corresponde y puede realizar alguien más.
Encuentra la razón detrás de tu “no tengo tiempo” y sé honesto contigo mismo. Cambia tu lenguaje, describe lo que realmente estás experimentando y verás cuán transformador puede ser esto para tu vida. (O)