Iniciamos el día de hoy con una de las grandes preguntas que deberían agobiar todos y cada uno de nuestros desayunos: ¿dónde están los extraterrestres?
Así de crudo, directo a la vena y con dos de azúcar.
En pleno 2021, después de haber visto el glorioso regreso de Star Wars, toda la fase 4 del MCU, DUNE, Cloverfield, LIFE y hasta Venom... ¿No es curioso y hasta sospechoso que no hayamos encontrado al menos una colonia de mosquitos en Marte o que la sonda Voyager que lanzó la NASA hace 44 años -y que ya superó la órbita de Saturno-, no tenga noticias de una buena estación espacial alienígena? Pues, a pesar de que esto parezca malo, son muy buenas noticias. ¿Por qué?
La paradoja de Fermi
Esta teoría planteada en 1950 por el físico Enrico Fermi, cuestiona precisamente eso: ¿por qué no hemos encontrado aún civilizaciones inteligentes o al menos algún rastro de ellas? Si bien es cierto las respuestas son muy variadas, no fue hasta 1996 en la que el economista Robin Hanson planteó una de las más acertadas: la teoría de “El gran filtro”.
Esta teoría plantea, que en la evolución de las especies existe un filtro, una barrera, que impide que la vida y por ende las civilizaciones alcancen un nivel superior. Planteando una escala que inicia con las condiciones ideales para que esta vida se origine (temperatura, oxígeno, presión, ozono, etc.), pasando por la vida unicelular, la reproducción sexual, el desarrollo de grandes cerebros, hasta la expansión y colonización estelar. Actualmente la raza humana, se encuentra en el inicio de esta última, con 80 años de tímidos intentos de viajes y exploración espacial.
Con esto claro, la siguiente y más obvia pregunta es: ¿este gran filtro se encuentra delante o detrás de nosotros? Si se encuentra detrás, quiere decir que nuestras oportunidades de llegar a la expansión y colonización estelar son enormes y prácticamente inevitables. No sería nada raro, que este gran filtro haya sido la caída del meteorito que exterminó a los dinosaurios y dio origen a la supremacía de los mamíferos y por ende los seres humanos. En otros planetas un evento así de cataclísmico pudo haber exterminado no solamente a la vida existente, sino cambiado tan radicalmente su ecosistema haciendo nula la probabilidad del desarrollo de nueva vida.
Pero, ¿qué pasa si el gran filtro se encuentra delante de nosotros? Aquí es donde las cosas se ponen un poco oscuras, ya que de no ser así, nuestro sistema solar y prácticamente la galaxia estarían repletas de vida inteligente. El filtro delante de nosotros, quiere decir, que aún no hemos llegado a esa barrera que impide que avancemos hacia un estado más elevado de civilización. Los ejemplos de filtros aquí son varios: el agotamiento de nuestros recursos naturales, contaminación irreversible, el desarrollo de una inteligencia artificial o un virus (paradójicamente los virus no son considerados como organismos vivos) que aniquilen la vida en el planeta o prácticamente la más probable, si tomamos en cuenta la conflictiva historia humana: una guerra termonuclear.
Nuestro “Gran Filtro”
¿Da un poco de miedo verdad?, pero a veces un poco de realidad científica no nos cae nada mal, especialmente en época de conspiraciones, fake news y populismo digital.
Después de investigar cada vez más sobre este fascinante tema, no puede evitar pensar en ¿qué pasaría si vamos más allá de la exobiología y aplicamos esta teoría a los países? En concreto a nuestro país, nuestro querido Ecuador.
Desarrollando una escala, que toma como punto de partida los primeros indicios de civilizaciones tribales, hasta llegar al top de las superpotencias actuales, me pregunto: ¿dónde está nuestro filtro, delante o detrás? ¿Qué nos ha impedido convertirnos en una súper potencia? No nos hacen falta recursos naturales, de hecho como dicen por ahí, “tenemos para dar y regalar”. Tampoco mano de obra, somos un país con una alta tasa de natalidad, con una gran mayoría de población en edad productiva y reproductiva capaz de generar mucha riqueza. Para bien o para mal, nos saltamos los mil años de la edad media europea, con su oscurantismo y la peste negra. Tampoco nos lanzaron dos bombas atómicas, o fuimos arrasados por dos guerras mundiales. Por lo que nuevamente me pregunto: ¿dónde está nuestro gran filtro?
En esta última parte, los invito a ayudarme a buscarlo. Pregúntese a sí mismos ¿en qué momentos de nuestra corta, pero colorida historia, hemos presionado en negación el botón de RESET y vuelto a dónde partimos?
- Cuando se nos llama a hacer sacrificios por nuestro país, por crisis, pandemia o terremoto: RESET, borra y va de nuevo.
- Cuando nos despiden o nos cansamos de draconianos trabajos, en lugar de emprender engrosamos las filas de la decepción y la corrupción: RESET, borra y va de nuevo.
- Cuando nos cansamos de un presidente por obra, gracia u omisión: RESET, borra y va de nuevo.
- Cuando nos acogemos a la mediocridad culpando a los demás y al universo, en lugar de dar ese esfuerzo extra: RESET, borra y va de nuevo.
Es una pregunta que nos invita a la reflexión, que les pido se la hagan todos los días, en cada desayuno y que la asocien de manera didáctica a ¿dónde están los extraterrestres? Busquemos dónde está nuestro Gran Filtro y superémoslo juntos, rompamos el ciclo de esa barrera que no nos deja cumplir nuestro destino, que a toda luz y equidad no tiene porqué ser menor que el de nuestras hermanas las superpotencias. (O)