Forbes Ecuador
Centro histórico de Quito
Columnistas
Share

Hay mucho más pasando en Quito y sus valles de lo que pensamos, y el centro debe ser el punto de encuentro. Porque el centro histórico no debe ser solo un museo al aire libre, sino un espacio vivo, lleno de diversas actividades. Sin esa vida, sin movimiento, seguirá en nuestra periferia.

30 Agosto de 2024 15.20

Una superficie de 3,75 km² es un espacio pequeño dentro de una capital; sin embargo, es la superficie del centro histórico mejor conservado y más grande de Latinoamérica, y si eso sonara a poco, es la superficie del Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Los lugares más visitados del mundo son justamente superficies acotadas y delimitadas donde se preservan valores culturales y religiosos, como Machu Picchu, Petra, Chichen Itzá, La Acrópolis, las Pirámides de Giza, el Taj Mahal, La Alhambra, el Coliseo Romano, por nombrar algunos. 

Lugares, donde las personas pueden conectar con esos valores transportándose al pasado. Es un viaje en el tiempo, en un mundo cada vez más inmediato, donde lo pasajero y desechable se convierten en lo cotidiano. Son portales que nos transportan a otro mundo.

¿Cuántas ciudades del mundo quisieran tener uno de esos portales? Por más esfuerzos que hagan, nunca podrán tener uno de ellos.

Y nosotros, que lo tenemos, más encima hoy conectado al metro, pareciera que es como  un recuerdo lejano que añoramos de vez en cuando pero que ya no es parte de nuestro presente.

Un centro que habitamos mentalmente como si fuera la periferia y no nuestro centro, donde deberíamos  encontrarnos en una misma identidad, que nos dé sentido de pertenencia, nos dé un futuro compartido. Algo que tanta falta nos hace, tratándonos como extraños o incluso como enemigos;  no respetando a un peatón hasta las falta de acuerdos políticos que dejan la ciudad en manos de sectores y no de mayorías.

Si no encontramos nuestro centro, Quito solo seguirá en un continuo decreciente, sigue siendo la ciudad con más desempleo del Ecuador con una tasa de 8,8%. 

Debemos pasar el portal, y no solo para visitarlo como un turista más, sino para que se convierta en ese punto de encuentro de lo que está pasando en la ciudad. Debe ser el lugar donde pasen las cosas, desde la gran nueva gastronomía que solo sigue creciendo, hasta las escenas artísticas culturales y, por qué no, de emprendimiento e innovación; debemos darle vida al 70% de las casas en el Centro Histórico de Quito que están abandonadas o subutilizadas.

Hay mucho más pasando en Quito y sus valles de lo que pensamos, y el centro debe ser el punto de encuentro. Porque el centro histórico no debe ser solo un museo al aire libre, sino un espacio vivo, lleno de diversas actividades. Sin esa vida, sin movimiento, seguirá en nuestra periferia.

Para que esto pase, nos necesitamos a todos. Necesitamos una corporación pública-privada que se haga cargo, que tenga la independencia necesaria para ser una organización ágil que tome decisiones y que gestione recursos en base a un proyecto de largo plazo.

Esto no es un tema de una administración u otra, es un compromiso con nosotros mismos y los que vienen, un proyecto tan urgente como necesario, que tenga ese mismo sentido de rebeldía e independencia que nos hizo el primer grito de América; rebeldía contra la apatía e independencia de los intereses personales.

Si logramos encontrar nuestro centro, no solo haremos que este gran portal sea cada vez más visitado y valorado en el mundo y todo el progreso que conlleva esto, sino que nos dará ese sentido de futuro colectivo que tanta falta nos hace.

Nuestro pasado no solo nos conecta, sino que entre más lo conozcamos, más orgullosos estaremos de lo que somos y más seguros podremos enfrentar el futuro.

Pasemos el portal y encontremos nuestro centro. (O)

10