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El problema de fondo podría ser que existen dos capitalismos notoriamente diferenciados aunque entendidos por la gran mayoría de las personas como uno solo.

21 Julio de 2021 11.46

Existen varias y continuas publicaciones en diferentes medios y redes que nos intentan mostrar el fracaso de las economías guiadas por el socialismo y frente a ellas el estado de progreso que las economías que optaron por el sistema capitalista han logrado.

Y si, las diferencias son claras, sin embargo a pesar de las demostraciones de los beneficios de un sistema y los perjuicios o errores intrínsecos del otro, persiste claramente y especialmente en Latinoamérica una supuesta lucha entre las dos ideologías. 

El problema de fondo podría ser que existen dos capitalismos notoriamente diferenciados aunque entendidos por la gran mayoría de las personas como uno solo. 

El primero es el verdadero sistema liberal capitalista concebido o entendido como un esquema de convivencia social que permite el progreso de la gran mayoría de la población a través del desarrollo económico, sustentando en la libertad y en la competencia. Un sistema que no está planteado para hacer millonarios a los empresarios sino lograr una situación de bienestar y progreso para toda la gente a través del crecimiento de la inversión, trabajo y producción.

Este sistema que ha sido el motor del desarrollo en el mundo, que genera riqueza y que por su propia concepción es capaz de repartirlo equitativamente, que tiene como una de sus premisas un Estado muy Fuerte (no grande) apto para mantener las reglas de juego de competencia, igualdad de oportunidades e igualdad ante la ley para todos, es un sistema verdaderamente entendido de beneficio social.

Lastimosamente dentro del propio sistema capitalista o liberal se producen o nacen los que podemos llamar defensores del otro capitalismo y que logran instalarse como sus representantes, aunque realmente lo que hacen es destruir los fundamentos de igualdad ante la ley, de competencia y de libertad.

Son grupos o individuos supuestamente defensores del liberalismo que crean y se aprovechan de sus privilegios , que por todos los medios procuran anular su competencia, que usan información privilegiada, evaden impuestos, que distorsionan la ley que captan el poder político y del estado en su beneficio y que lamentablemente son claramente identificados por la población como los defensores del capitalismo.

Este abuso intentó inclusive romper la institucionalidad y la independencia de poderes en el mismo Estados Unidos representante de la consolidación misma de la democracia y el sistema capitalista. 

La verdad no creo que se prefiera un sistema socialista que por sus propios errores de concepción ha demostrado no funcionar, lo que se produce socialmente y cada vez con más frecuencia es un rechazo social a la desigualdad y abuso de poder que les niega un horizonte en que se puedan ver oportunidades. 

Grandes grupos humanos no ideológicos rechazan el abuso que les deja sin oportunidades, una distorsión que es verdaderamente un cáncer que debe ser extirpado o de lo contrario se corroe su propio cuerpo.  Inclusive se cuestiona al sistema democrático, aunque por supuesto esta debe ser preservado, sin embargo la forma de hacer política debe tener un cambio radical ya que brinda muy poca representatividad a la gran mayoría de los electores, de la gente en general, tomada por elites políticas o económicas que no ven más que por sus propios intereses. 

La frustración de la gente por la falta de acceso a oportunidades y respuestas en un mundo absolutamente interconectado es en mucho el detonante en la gran mayoría de poblaciones jóvenes que inclusive a pesar de tener mejores condiciones económicas que sus antecesores pueden ver como la diferencia y la brecha con los avances de la actualidad se hace cada vez mayor e inaccesible. (O)

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