La mayoría Legislativa permitirá al nuevo Gobierno viabilizar al menos el trámite de sus dos primeras leyes urgentes y otras reformas que le interesan, algunas de ellas a través de proyectos pendientes para segundo debate, como cambios parciales a la Constitución, que luego irán a la Consulta Popular. (Como, por ejemplo, que las FF.AA. salgan a las calles para apoyar a la Policía Nacional a combatir la inseguridad)
Juan Rivadeneira, consultor político, daba la alerta de que la única forma de mover en paralelo los dos proyectos de carácter económico urgente en la Asamblea Nacional (tributario y energético) sería que el presidente declarara el estado de excepción en el territorio nacional. Este lunes 20 de noviembre de 2023, en entrevista con Radio Diblu, Alfredo Serrano, presidente nacional del Partido Social Cristiano (PSC), lo confirmó como único escenario posible, de lo contrario los tiempos no alcanzan.
Ese es el camino que va a tomar el presidente Daniel Noboa Azin, siempre que quiera darle viabilidad a sus dos primeros proyectos de carácter urgente. La reforma tributaria deberá ser aprobada antes del 31 de diciembre para que entre en vigencia en enero 2024. La jefa del bloque ADN, Valentina Centeno, la noche del domingo 19 de noviembre, dijo que ambas leyes se enviarán “en paralelo”, sin dar más detalles.
El art. 140 de la Constitución de la República señala que “mientras se discuta un proyecto calificado de urgente, la presidenta o presidente de la República no podrá enviar otro, salvo que se haya decretado el estado de excepción”.
El presidente Noboa Azin ya tuvo su primer triunfo en el Legislativo: obtener una mayoría en la Asamblea Nacional, a favor de sus proyectos, acosta de un acuerdo o pacto con la Revolución Ciudadana (51 asambleístas), PSC (18), la alianza gobiernista ADN, que creció de 14 legisladores a 25, y un grupo de otros movimientos pequeños e independientes. Al menos en los discursos le han dicho al país que están a favor de los temas urgentes, y eso dará paso a un escenario de gobernabilidad.
Aunque todo está por verse: si cumplen o no o si se van revelando las condiciones del acuerdo, en política nada es gratis.
El gran derrotado es el movimiento Construye, que auspició la candidatura de Fernando Villavicencio, que no es parte de la mayoría Legislativa, ni tiene la presidencia en ninguna de las 15 Comisiones Especializadas de la Asamblea. Y ni si quiera ha sido capaz de conseguir los votos para que se elija a la tercera vocalía que salga de su bancada.
La reciente elección de Henry Kronfle (51 años), el empresario y político guayaquileño, como presidente de la Asamblea Nacional, consolida el liderazgo nacional del PSC, y le permite administrar el primer poder del Estado luego de 25 años, la última elección de un presidente socialcristiano había sido en 1997, con Heinz Moeller.
“Recuperar la confianza…no politizar la justicia, ni judicializar la política…que al fin se vaya para no volver el responsable del desgobierno”, dijo Kronfle en su discurso.
¿El PSC lo pondrá en el primer lugar de opciones para las presidenciales de 2025?
La Revolución Ciudadana intenta demostrar que es capaz de llegar a acuerdos, pero siempre se sospecha de una agenda oculta o vinculada a intereses particulares. Falta conocer todavía qué tan dispuesto está el correísmo a renunciamientos y a desistir de un juicio a la fiscal Diana Salazar, y si no lo hace ¿tendrá respaldo de sus aliados?
La primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, la correísta Viviana Veloz, dijo, en la sesión inaugural, que su bloque no tiene por qué pedir permiso a ninguna agrupación para cumplir con su papel de fiscalizador. Dos días después, RC controla la Comisión de Fiscalización, y otras cinco, como parte del acuerdo. PSC tiene cinco y ADN cuatro.
Pero la opinión pública está pendiente de su actuación y si son reales los discursos. Con ese papel también está en juego cómo se proyectará el correísmo ante los electores de cara a las próximas elecciones 2025, que será clave para superar su techo electoral. En dos elecciones seguidas se instaló en la segunda vuelta, aunque no le alcanzó para ganar.
Es decir que la alianza a favor de la gobernabilidad puede durar lo que tarde el presidente Noboa Azin en ponerse la camiseta de la reelección o menos de seis meses hasta que arranquen las primarias. (O)
