Todo logro comienza con una decisión: la de esforzarse cada día, apuntar alto y comprometerse con un proceso que exige disciplina, constancia y una visión a largo plazo. Este 2025 es un año importante para mí, con desafíos que representan no solo un reto personal, sino una oportunidad para que empresas con mentalidad ganadora se sumen a este camino. Después de meses de trabajo y planificación, he conseguido la aprobación y certificación de mi proyecto deportivo por parte del Ministerio de Deporte de Ecuador, y estoy lista para asumir desafiantes competencias.
Entre mis desafíos están el Ironman 70.3 de Manta, donde nadaré 1.900 metros y correré 21 kilómetros, y la UTMB Quito, una carrera de trail en montaña de 20 kilómetros dentro del prestigioso circuito Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB), reconocido como uno de los más exigentes del mundo. Además, correré dos de las maratones más importantes a nivel global: Chicago, parte del exclusivo circuito de las World Marathon Majors, y París, una de las más emblemáticas de Europa.
Las empresas que apoyan a un atleta no solo ganan visibilidad y retornos económicos; se convierten en protagonistas de una historia de esfuerzo, disciplina y superación, porque un atleta no solo gana cuando cruza la meta, sino en cada entrenamiento, en cada decisión que lo acerca a sus objetivos. Invertir en el deporte es apostar por valores que también definen a las compañías que buscan destacar: resiliencia, determinación y compromiso con la excelencia.
Ecuador, además, ofrece un incentivo tributario único: la deducibilidad del 150% en el impuesto a la renta. Esto significa que si una empresa invierte $10.000 en el patrocinio de un atleta, puede deducir $15.000 de su base imponible, optimizando significativamente su carga tributaria. Más allá del beneficio financiero, las empresas que respaldan el deporte generan un impacto social positivo y se posicionan como referentes en responsabilidad corporativa.
El deporte no es solo competición, es bienestar, equilibrio y salud mental. Está comprobado que la actividad física reduce el estrés, mejora la concentración y fomenta hábitos de vida saludables. Cuando una empresa respalda a un atleta, no solo impulsa su crecimiento, sino que se asocia con un estilo de vida que inspira, motiva y deja huella.
Las compañías que quieran formar parte de este camino pueden contactarme a través de mi Instagram: @maria.isabel.cisneros. Lo único que les puedo asegurar es que el deporte no es solo una buena inversión... es la mejor inversión que una empresa puede hacer. (O)