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El 2022 necesita seguridad jurídica y más inversiones

Pablo Zambrano

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Las perspectivas para este nuevo año son alentadoras. Las proyecciones del Banco Central del Ecuador (BCE) indican que todas las actividades económicas crecerán en 2022. Los sectores que mayor proyección de crecimiento presentan son los referentes a refinación de petróleo con crecimiento del 22,7% y 8,2% para 2021 y 2022 respectivamente; petróleo y minas crecerá en 21% y 3,7%; comercio un 7,9% y 2,8% y; acuicultura y pesca de camarón con 10,9% y 3,1%. 

19 Enero de 2022 11.52

El 2021, año que despedimos hace pocas semanas, fue un año de recuperación de la economía ecuatoriana tras las enormes pérdidas humanas y económicas que dejó la pandemia y que todos aún recordamos. Ahora damos la bienvenida a un nuevo año en el que esperamos que la reactivación continúe, de la mano del combate al Covid-19 para proteger la salud de todos los ecuatorianos y la generación de nuevas inversiones y empleo. 

En primer lugar, en 2022 debe fortalecerse la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 a toda la población. Proceso que afortunadamente ya ha iniciado y que pronto sentiremos con más fuerza pues en estas semanas las empresas privadas también han dispuesto todo su contingente para vacunar a sus colaboradores y ciudadanos de su comunidad cercana. En 2021, las empresas ya demostraron ser eficientes para acelerar este proceso, por lo que ahora, sin duda, tendremos resultados exitosos. 

En segundo lugar, la economía ecuatoriana debe reactivarse con más inversión nacional y extranjera, más apertura, más producción y más empleo. Para que esto ocurra, un ingrediente fundamental es la seguridad jurídica. Los inversionistas requieren una legislación estable para arriesgar e insertar sus recursos en nuestro país. 

Este concepto no es nuevo y está estipulado en el artículo 82 de la Constitución de la República y señala lo siguiente: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas, previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”. Esto debe cumplirse.

¿Por qué es tan importante la seguridad jurídica que tanto demandamos los abogados, empresarios, instituciones, entre otros actores? La seguridad jurídica es un pilar fundamental de la competitividad de todo un país y factor clave para atraer las inversiones. Para los inversionistas nacionales y extranjeros es necesario poseer un marco jurídico sencillo y transparente a fin de efectuar sus decisiones con más autonomía. Si existen vacíos legales, constantes reformas a las leyes y actuaciones arbitrarias desde los órganos públicos, se limita la atracción de capitales y con ello, el crecimiento de la economía.

Las perspectivas para este nuevo año son alentadoras. Las proyecciones del Banco Central del Ecuador (BCE) indican que todas las actividades económicas crecerán en 2022. Los sectores que mayor proyección de crecimiento presentan son los referentes a refinación de petróleo con crecimiento del 22,7% y 8,2% para 2021 y 2022 respectivamente; petróleo y minas crecerá en 21% y 3,7%; comercio un 7,9% y 2,8% y; acuicultura y pesca de camarón con 10,9% y 3,1%.  Por su parte el sector industrial manufacturero espera lograr crecimientos del 4,3% en 2021 y del 2,6% en 2022.

Estas cifras nos dicen que no podemos dejar pasar las oportunidades de inversión que el país ofrece en estas ramas y yo añadiría grandes posibilidades en telecomunicaciones, alimentos, agroindustria y petróleo. 

Según los mismos datos del BCE, solo para la administración pública existe una previsión negativa de crecimiento, pero eso no significa que el país no pueda tener nuevas obras o que no mejore el funcionamiento de las instituciones públicas, sino que es una oportunidad para generar alianzas público ? privadas en esta materia. 

Por ello, es urgente que para 2022, el gobierno, la Asamblea, la Corte Constitucional, el poder judicial y demás instituciones del Estado, garanticen seguridad jurídica para los futuros inversionistas. Solo así se logrará que la tan prometida inversión privada, las alianzas público - privadas, los acuerdos comerciales -bien negociados- se hagan realidad y sean los puntales para el crecimiento sostenido del Ecuador en el mediano y largo plazo. 

Además, es importante destacar que se cuenta con el compromiso del sector privado para impulsar la inversión y aumentar la productividad que es lo único que nos permitirá generar más plazas de trabajo, mejorar la calidad de vida de la población y ser un país más competitivo.

¡Que, en 2022, la generación de empleo, la inversión y la productividad sean las causas que nos unan como ecuatorianos para sacar al país adelante! (O)

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