En este mundo de vibraciones y energías debes considerar que obtener metas económicas en tu emprendimiento tiene una conexión directa con todos aquellos elementos que intervienen en ese propósito. Para explicarlo con más claridad prefiero poner un ejemplo práctico. Personalmente, opino que el éxito de tus objetivos sociales se mide por la calidad de las relaciones que confluyen en tu vida. Sin embargo, difícilmente tendrás buenas relaciones si no crees en la gente, si piensas que los humanos no son confiables o que, tarde o temprano, las personas te van a fallar. Cabalmente, ese concepto o esa percepción negativa hacia los demás reducirá tus posibilidades de formar parte de un círculo social que merezca la pena. 

Exactamente lo mismo ocurre en el contexto de un emprendimiento: el éxito de tu actividad empresarial equivale al logro económico cuantificado en efectivo. Ahora bien, que ese dinero llegue o no a la caja de tu empresa dependerá mucho de la relación que tengas con él. A lo largo de los años en los que he desempeñado el rol de emprendedor y, sobre todo, de mentor y catedrático, he tenido la oportunidad de observar que la mayoría de emprendedores buscan el éxito. Lamentablemente, no son conscientes de que al no contar con una buena relación con el dinero, este no va a llegar. Es así de simple.

¿Consideras que ese podría ser tu caso? De ser así, lo primero que puedes hacer para cambiar tus circunstancias es evaluar si, efectivamente, tienes una mala relación con el dinero. A continuación, te propongo un ejercicio que te ayudará a calibrar tu posición actual con solo responder a tres preguntas: 1. ¿Al ponerte alguna chaqueta u otra prenda de vestir has encontrado monedas o algún billete en sus bolsillos? Si te ocurre a menudo, significa que no administras tu dinero y no sabes dónde lo dejas; 2. ¿Piensas que el dinero es sinónimo de corrupción o que es el culpable de todas las desgracias del mundo? Con esa mentalidad demuestras que no aceptas que tu pobreza es tu responsabilidad, y 3. ¿Compras chucherías y, en lugar de preferir el dinero, lo entregas a cambio de cosas que valen menos de lo que pagaste por ellas? Cuando te comportas de ese modo pones de manifiesto que no le otorgas al dinero el valor que realmente tiene. 

Si tu respuesta fue afirmativa en una, en dos de las tres preguntas o en todas, lamento decirte que, definitivamente, tienes una mala relación con el dinero. Además, ten en cuenta que, si tienes dinero y se aleja de ti es porque, sin lugar a dudas, tu vibración no está a favor de la riqueza. Por el contrario, también es fácil detectar que guardas una buena relación con el dinero si te identificas con lo siguiente: eres capaz de cubrir todas tus necesidades esenciales sin ningún problema; no tienes deudas; cuentas con la posibilidad de darte los gustos que quieres, pero cuando decides privarte de ellos no es por escasez, sino por frugalidad. 

Para pasar de una mala relación con el dinero a una buena relación con el dinero te recomiendo comenzar por lo más elemental: 

- Deja de comprar chucherías y elige el centavo antes que un capricho que vale menos.

 - Lleva un inventario al día de tu dinero y administra cada centavo que posees.

 - Guarda el dinero en un solo lugar, ordénalo en tu billetera y trátalo con respeto. 

Por último, después de poner en práctica esas pequeñas rutinas, te aconsejo que trabajes todavía más duro para que abandones de una vez por todas tu pésima relación con el dinero y logres una óptima relación con el dinero, aunque... esto lo dejaremos para un próximo artículo. (O)