Emprender en Ecuador es como lanzarse a una aventura llena de obstáculos, pero también de satisfacciones. Aunque somos conocidos por nuestro espíritu emprendedor, con una Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) del 32,65%, la realidad es que iniciar un negocio aquí no es tarea fácil.

Uno de los principales retos es la inestabilidad política. Las elecciones recientes han generado incertidumbre en los mercados financieros, lo que afecta directamente la confianza de los inversionistas y complica el acceso a financiamiento para nuevos proyectos.

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Pero eso no es todo. El entorno económico también presenta barreras considerables. Según el Global Entrepreneurship Monitor Ecuador 2023/2024, el 67,85% de los emprendedores perciben una alta dificultad para iniciar un negocio en comparación con el año anterior. A esto se suman desafíos como la burocracia, la falta de apoyo legal y las cargas impositivas, que impiden que muchas ideas atraviesen el denominado "valle de la muerte", un periodo crítico de hasta cuatro años en el que los emprendimientos son especialmente vulnerables.

Hablemos claro: el miedo al fracaso es un factor determinante. Un 38% de los ecuatorianos teme al fracaso al comenzar un negocio, lo que puede inhibir la iniciativa emprendedora. Este temor, sumado a la falta de financiamiento y a la percepción de un entorno poco favorable, contribuye a que muchos proyectos no logren consolidarse.

Y si hablamos de costos, la cosa se pone aún más cuesta arriba. Iniciar un negocio en Ecuador cuesta más de $1.600, siendo uno de los países más caros en Sudamérica para emprender. Entre trámites y requisitos legales, se necesitan al menos $1.629 para empezar un negocio. En comparación, en Chile, el costo no supera los $16,32, y los trámites básicos toman menos de cuatro horas. Es decir, mientras en Ecuador necesitas más de cuatro salarios básicos para arrancar, en Chile con menos de uno ya estás en marcha.

Además, la crisis energética que hemos vivido recientemente no ha ayudado en nada. Los cortes de electricidad de hasta 12 horas diarias han afectado gravemente la vida cotidiana y la economía. Muchas personas, los pequeños y medianos empresarios también han perdido millones de dólares debido a la falta de electricidad.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la esencia emprendedora del ecuatoriano prevalece. Historias de perseverancia y éxito emergen en todo el país, demostrando que, con determinación y apoyo adecuado, es posible superar las adversidades, aunque el camino esta lejos de ser fácil. Es imperativo que tanto el sector público como el privado unan esfuerzos para crear un ecosistema que fomente y sostenga el espíritu emprendedor, proporcionando las herramientas y el entorno necesarios para que las ideas innovadoras prosperen.

Muchos de estos emprendimientos enfrentan obstáculos significativos. Se estima que alrededor del 80% de los emprendimientos en Ecuador no logran superar los tres años de operación, lo que significa que 8 de cada 10 negocios cierran antes de consolidarse. 

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Las principales razones para el cierre de estos negocios incluyen la falta de rentabilidad (37,4%), la falta de financiamiento (21,38%) y problemas personales (19,31%). 

A pesar de estos desafíos, el 38,95% de los emprendedores que han tenido que cerrar sus negocios expresan la intención de emprender nuevamente en los próximos tres años, lo que demuestra la resiliencia y perseverancia de los ecuatorianos; emprender en Ecuador es, sin duda, una travesía llena de retos, pero también de oportunidades. Es un llamado a aquellos valientes que, a pesar de las adversidades, deciden apostar por sus sueños y contribuir al desarrollo económico y social del país.

Así que, si decidiste emprender, gracias. Porque tu sueño no solo es tuyo, sino que también está construyendo oportunidades, inspirando a otros y aportando al sueño de muchos más, gracias por que elegiste desafiar las estadísticas y apostar por el futuro. Gracias por ser parte del cambio. (O)