Con los ojos en la campaña
Una recuperación económica robusta en 2025 parece poco probable. La incertidumbre política reducirá el consumo y la inversión, particularmente durante la primera mitad del año, mientras empresas y hogares esperan los resultados electorales.

Ecuador enfrentó un desafiante 2024, marcado por impactos que afectaron profundamente a su gente y economía. El año estuvo definido por esfuerzos de emergencia para combatir la violencia callejera y el crimen organizado, junto con apagones prolongados que paralizaron la actividad económica. A medida que las condiciones comienzan a estabilizarse, particularmente en la generación de energía, la vida está volviendo a una aparente normalidad. Sin embargo, las próximas elecciones generales presentan un nuevo elemento de incertidumbre, que podría extenderse hasta abril si se requiere una segunda vuelta para elegir a un nuevo presidente. 

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La promesa del presidente Daniel Noboa de poner fin al racionamiento de energía en diciembre 2024 parece haberse materializado. Las fuertes lluvias han restablecido la capacidad de las plantas hidroeléctricas y han llenado los embalses de las represas, proporcionando al menos una seguridad temporal en el suministro de energía. Este panorama fortalece la posición de Noboa de cara a las elecciones. Sin embargo, el gobierno ha tenido dificultades para diversificar las fuentes de generación de energía, y la estabilidad actual se debe más a condiciones climáticas favorables que a una planificación a largo plazo. Otra sequía severa podría desencadenar nuevos apagones, aunque estos ocurrirían después de la segunda vuelta, si esta es necesaria. 

Una recuperación económica robusta en 2025 parece poco probable. La incertidumbre política reducirá el consumo y la inversión, particularmente durante la primera mitad del año, mientras empresas y hogares esperan los resultados electorales y la formación de la Asamblea Legislativa ampliada, que aumentará el número de escaños de 137 a 151. Las últimas encuestas muestran al presidente Noboa ligeramente delante de Luisa González en intención de voto, con un significativo porcentaje de votantes aún indecisos. Las visiones económicas marcadamente diferentes de los candidatos han dejado a los inversionistas cautelosos, optando por mantenerse al margen hasta que surja mayor claridad. (O)