Bizarrap 2.0
Empezó el juicio final de las disqueras y los artistas. La Inteligencia Artificial (IA) le acaba de declarar la guerra a la producción musical global con su nuevo single 'Heart On My Sleeve'.

¿Ya escuchaste la nueva canción de Drake con The Weekend? 

Aquí te la dejo: 

Buena, ¿no? 

El único problema es que ninguno de los artistas produjo esta canción, el verdadero autor es @ghostwriter977 feat. IA (Inteligencia Artificial). 

La primera vez que escuché esta canción fue en TikTok. Al principio no pude notar nada fuera de lo común, hasta que leí los comentarios, es ahí cuando entendí la gravedad del asunto. Al parecer el creador de esta canción era un usuario 'fantasma' que había escrito la letra y había utilizado un programa de IA que copiaba las voces de los artistas (Drake y The Weekend) para hacerse mundialmente famoso, el fantasma más conocido desde Casper.

 

 

 

Independientemente de su identidad, este Bizarrap 2.0 de la tecnología ha logrado poner en jaque a la industria musical global desde la comodidad de su casa. Antes de ser eliminado de las plataformas de streaming, el hit ya sumaba más de ocho millones y medio de reproducciones en TikTok y 254.000 reproducciones en Spotify. Es aquí cuando entra en escena 'Goliat', alias Universal Music Group (UMG). UMG es la mayor discográfica del mundo mundial y cuando escucharon la noticia de 'David' enviaron, por doquier, peticiones de retirada de contenidos, por lo que la canción fue retirada de Apple, Spotify, Youtube y TikTok.

Pero, aunque hayan podido censurar a esta amenaza espectral, los tiburones ya olieron la sangre. El negocio de la música es extremadamente rentable, solo UMG fue valorada por JP Morgan en alrededor de US$ 50.000 millones. Esto quiere decir que a medida que se democratice este tipo de tecnología, más versiones de productores independientes saldrán a la luz. Es aquí cuando empiezan los problemas estructurales en materia de derechos de autor. Nunca antes en la historia de la humanidad hemos sido capaces de imitar la voz humana a tal nivel, que no podamos diferenciar la real de la copia. ¿Acaso es hora de patentar las ondas de sonido que conforman nuestra voz?

Al igual que con las huellas dactilares, ninguna voz es 100 % idéntica a la otra, pero si pueden ser muy similares. Es por ello que los imitadores han rondado la faz de la tierra por el mismo tiempo que los artistas han cantado (al menos desde que es una profesión rentable). Pero, con la Inteligencia Artificial se puede jugar con los porcentajes a niveles muy específicos. Si la voz de imitación es 97 % parecida, ¿significa que ya no aplican los derechos de autor? ¿Y si es 93 % parecida? ¿Y si es 91 %? Bueno, el punto es que falta una regulación que nos permita trabajar en dichas especificaciones. La censura que surgió a raíz de la canción de ghostwriter977 no fue un estudio técnico, sino que se dio en base a la presión ejercida por los magnates de la industria que veían vulnerados los derechos de sus dos hijos pródigos. Pero, sigue siendo aún una validación subjetiva. 

Otro factor a tomar en cuenta es que la creatividad de la letra y el ritmo tuvo una base humana, no todo está al alcance de un solo clic, al menos por ahora. Estamos separando la forma y el fondo para juzgar una representación cultural en base a solo uno de sus componentes. Las canciones no se hacen famosas debido a que un famoso cantante las, valga la redundancia, canta. Sino que existe todo un proceso de marketing, estudio de mercado y gustos que tienen que ser tomados en cuenta antes de su liberación. Lo que sí podemos alegar, desde el otro lado de la moneda, es que, evidentemente, la viralidad de dicha canción estalló por los cielos debido al uso de la imagen de ambos artistas. No se liberó como un single de un artista independiente sino que se vendió como la nueva colaboración de esa pareja de poder. 

Al momento, no creo que este tipo de tecnología rompa con el mercado de la música, debido a que las personas siguen buscando ídolos de carne y hueso a los cuales seguir, amar y odiar. Pero, objetivamente hablando, esto se va a convertir en una gran piedra en el zapato para los Goliats del mundo del entretenimiento. ¿Qué piensas tú? ¿Crees que ya llegó el juicio final para las disqueras y los artistas o esto es una amenaza pasajera? (O)