La biodiversidad y la neurodiversidad deben ser valoradas y protegidas. Mientras la biodiversidad se centra en la variación biológica de nuestro planeta, la neurodiversidad se refiere a las diferencias naturales en el funcionamiento neurológico humano. Esto puede impactar la forma en que pensamos, leemos, interactuamos con otros y procesamos información. Nos invitó a hacernos una pregunta: ¿si tenemos huellas dactilares distintas, porque tendríamos cerebros iguales?
La neurodiversidad incluye al autismo, una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por diferencias en el procesamiento de la información sensorial, la comunicación y la interacción social. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada 100 personas a escala global está dentro del espectro autista. En lugar de tratar el autismo como un trastorno que debe ser curado o eliminado, la neurodiversidad aboga por el respeto y la inclusión de las personas neurodivergentes, así como la valoración de sus habilidades y perspectivas únicas, en lugar de tratar de “corregir” o “normalizar” su funcionamiento neurológico. En Ecuador, el autismo y la neurodiversidad son temas que aún están en camino a ser valorados y comprendidos. A menudo, las personas neurodivergentes enfrentan barreras para acceder a la educación, el empleo y los servicios de salud, lo que limita su participación en la sociedad.
Las personas neurodivergentes pueden enfrentar obstáculos en su desarrollo, pero a su vez tienen habilidades únicas y valiosas que pueden contribuir al progreso de la sociedad. Dentro del espectro del autismo, las personas pueden tener una gran atención al detalle y capacidad para realizar trabajos repetitivos de manera eficiente. En el ámbito laboral, las personas autistas o personas con autismo (el lenguaje depende de cómo la persona se describa a sí misma), están demostrando que sus habilidades y fortalezas son valiosas, especialmente útiles en trabajos relacionados a la tecnología y la ciencia. De acuerdo a un artículo publicado en Harvard Business Review, empresas como Microsoft, SAP y Hewlett-Packard Enterprise, están reformulando su proceso de selección de personal para incluir a talento neurodivergente puesto que el tener habilidades distintas puede ser una ventaja competitiva.
Un ejemplo de esto se puede encontrar en Israel, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han estado empleando a personas dentro del espectro autista en puestos militares desde el 2014. Según un informe de la BBC, los soldados autistas son empleados en tareas que conllevan el análisis de imágenes de satélite, la detección de anomalías en grandes conjuntos de datos y la programación de sistemas de inteligencia artificial. Las FDI descubrieron que las habilidades de atención al detalle, repetición en comportamientos y la perseverancia son cualidades que aceleran la calidad del trabajo.
En conclusión, la inclusión y la aceptación de la diversidad humana son valores que deben ser promovidos en nuestra sociedad. En lugar de buscar la homogeneidad, podemos valorar la neurodiversidad y aprovechar las habilidades y perspectivas únicas de las personas neurodivergentes para el progreso de la sociedad. (O)