8M: La equidad de género es un camino que se construye paso a paso
Cintia González Oviedo Directora de Bridge The Gap
Cintia González Oviedo Directora de Bridge The Gap
Los movimientos #NiUnaMenos y #MeToo fueron un punto de inflexión en la forma de pensar el 8 de marzo. Pasó de ser un día de celebración, de regalos, de promociones y descuentos, a ser resignificado como un día de conmemoración de su sentido originario y de hablar de derechos de las mujeres y desigualdades.
La evolución de la temática de género en nuestro país tiene agenda abierta respecto a los estereotipos y las inequidades de género, así como el rol de la mujer en la sociedad. En estos años, se visibilizaron industrias donde la brecha de género era indisimulable y puso de manifiesto que queda mucho camino por recorrer, no solo en lo que comunican hacia afuera, sino en su cultura. El año pasado mismo se viralizó un bot realizado por usuarios comunes en Twitter que aparecía cada vez que una marca comunicaba algo sobre el 8M, mostrando la brecha salarial de dicha compañía.
Uno de los espacios donde se ha puesto el foco es en los ámbitos constructores de mensajes como la publicidad y los medios de comunicación. Más allá del estadío en que se encuentran en cuanto a la perspectiva de género, muchas organizaciones han tomado la iniciativa de ajustar brújula institucional en dirección hacia la equidad de género de manera seria y profesional.
Es clara la creciente evolución en el tratamiento de la temática en las agendas corporativas. Es así que, en el mes del Día Internacional de la Mujer, nos encontramos con casos de empresas que impulsaron acciones para reflexionar sobre género y diversidad de forma profunda, revisaron qué mensajes publicitarios venían impulsando y cuáles son los mensajes que quieren construir en función de los cambios que están evidenciando sus públicos internos, externos y stakeholders, que los interpela sobre el rol clave en la construcción de las representaciones de todos los grupos sociales que atraviesan a la compañía o marca.
Desde nuestro lugar, trabajamos con muchas empresas que están haciendo un trabajo a conciencia en la adopción de un enfoque auténtico, respecto a la perspectiva de género en sus comunicaciones y en su cultura. Esto lo logran a partir de tomar el desafío de revisarse, repensarse y abordar el firme propósito de transformarse desde adentro hacia afuera.
Hoy las empresas ya no suelen festejar el 8 de marzo, sino que lo abordan bajo un compromiso social alineado a la agenda de género, ya sea por decisión corporativa o por presión de las personas que están dentro de la empresa, sobre todo las mujeres de las generaciones más jóvenes, son las que reclaman determinado tratamiento del tema.
Cuando nos piden recomendaciones acerca “¿de qué hablar el 8M?” me parece fundamental entender que no se puede dar cualquier charla, en cualquier empresa y de manera estandarizada, como si fuera “un pack” preestablecido, que sería otra manera de comercializarlo. Pero algo fundamental es entender cuál es la etapa en la que se encuentra la empresa. Esto implica entender cuál es la cultura de la organización, cómo está compuesta, cuál es el tono de las conversaciones informales que se dan respecto a estos temas, teniendo en cuenta las diferentes miradas, sobre todo a nivel generacional, si hay más o menos adhesión a estas agendas sociales y entender, sobre todo, cuál sería la conversación más productiva a instalar el 8 de marzo, siempre desde el lado de la responsabilidad social, es contributivo preguntarse: ¿Qué es lo que queremos que pase? ¿Qué queremos lograr? ¿Nos interesa impulsar un cambio o acciones concretas durante el resto del año o es solo una charla puntual un día?
En nuestro caso, como política, por la pobreza de tiempo y la desigualdad estructural que hay, sobre todo para las cuidadoras, vamos a estar dando horas de tiempo a todas las personas que trabajan en Bridge, van a trabajar menos horas. Los indicadores de inserción laboral de las mujeres han retrocedido 1 década y muchas han reducido su carga horaria o bien renunciado a sus trabajos a causa de las tareas domésticas y de cuidado. Es por eso que, ante el estadío actual de la igualdad de género en nuestro país, desde Bridge The Gap elaboramos algunas recomendaciones para un 8M con perspectiva de género.
* La columna fue escrita por Cintia González Oviedo, CEO de Bridge The Gap