Forbes Ecuador
Dólares
Columnistas
Share

¿Qué hubiera sido del Ecuador sin la dolarización? ¿Había otra opción? ¿Era factible otra moneda, un nuevo sucre? El debate lleva un cuarto de siglo y continúa.

9 Enero de 2025 17.25

Hace 25 años no había redes sociales, ni inteligencia artificial tal como la conocemos ahora. Tampoco usábamos los smartphones y el internet no estaba en la canasta básica de los ecuatorianos. Messi aún no empezaba su carrera y nada se escuchaba de Cristiano Ronaldo. Los avances en favor de grupos minoritarios de la sociedad eran menores comparados con los derechos de los que disfrutan hoy y que pueden ser más.

Hace un cuarto de siglo el Ecuador atravesaba una crisis económica y social sin precedentes. Un feriado bancario que marcó a por lo menos dos generaciones, con instituciones financieras quebradas, miles millones de sucres pulverizados y un éxodo de compatriotas son parte de los recuerdos más amargos que vivimos millones de personas. 

Lee también: 10 promesas de vida, no solo para el 2025

25 años atrás Ecuador tomaba una decisión histórica: dejaba el sucre, devaluado durante décadas hasta el cansancio, y tomaba al dólar como moneda. Fue una acción muy discutida, con gente a favor, pero también con muchos opositores. 25.000 sucres se convirtieron en un dólar.

Ha pasado el tiempo y el dólar estadounidense pasó de ser un salvavidas a convertirse en un valor agregado del país. Basta escuchar a empresarios e inversionistas extranjeros cuando se les pregunta qué les animó a invertir en Ecuador. Dan tres o cuatro razones y siempre mencionan la economía dolarizada.

Ocho presidentes, una pandemia, cuatro o cinco manifestaciones que pusieron en jaque a los gobiernos (uno se cayó), incontables estados de excepción... Eso y más ha vivido el país y el dólar continúa, está allí como un respaldo o un escudo de todo un país.

No ha sido fácil, ni un camino perfecto o lineal. Hemos tenido frenazos, baches, riesgos, muchos debates académicos. El dólar soportó mucho y sigue allí. ¿Nos hizo un país más caro? Sí. ¿Puso a prueba al sector empresarial? Sí, desde el primer día de la dolarización hasta la actualidad. ¿Elevó los niveles de pobreza? Los indicadores dicen que no. ¿Nos dio estabilidad? Sí y los que dicen que no hagan memoria sobre las devaluaciones y los niveles de inflación en los años 80 y 90.

No te pierdas este artículo: Senna, siempre Senna

Hubo gente que la pasó mal, muy mal. Allí estuvieron lo jubilados, por ejemplo. Conocí personalmente varios casos de retirados que nunca entendieron lo que pasó y vieron sus jubilaciones reducidas a un puñado de billetes verdes. Fue un cambio radical y sufrido para muchos. Hay que reconocerlo.

Hoy, 25 años después, el debate continúa y siguen las preguntas. ¿Qué hubiera sido del Ecuador sin la dolarización? ¿Había otra opción? ¿Era factible otra moneda, un nuevo sucre?

Tal vez suene exagerado decir que el dólar es el ángel guardián de la economía ecuatoriana y está claro que no es la varita mágica que soluciona todo, pero sí hay que reconocer que fue una acción que trajo oxígeno a un país que pudo quedarse asfixiado sin ninguna esperanza.

25 años han pasado, el PIB per cápita pasó de US$ 1.398 en el 2000 a US$ 7.000 el año pasado. El péndulo democrático sigue en movimiento y el dólar, con retos geopolíticos globales, sigue vigente. (O)

10