El restaurante tiene el enfoque de "ingredientes con propósito," con lo que el hotel reafirma su compromiso con la sostenibilidad y el apoyo a la comunidad local. Los productos como frutas, vegetales y granos son adquiridos directamente de pequeños productores de la zona rural de Tababela, fomentando el desarrollo comunitario y respetando principios de comercio justo. Además, el restaurante emplea a personas de la zona y ha eliminado el uso de plásticos de un solo uso, sustituyéndolos por empaques biodegradables fabricados a partir de fibras vegetales.

El espacio remodelado combina un diseño contemporáneo y una paleta de colores neutros que invita a relajarse y disfrutar de una experiencia culinaria excepcional. El menú renovado resalta los sabores tradicionales de Ecuador, por lo que motiva a los visitantes a un recorrido por las cuatro regiones geográficas del país. Entre los platos destacados se encuentran el seco de chivo, los encocados de la región costa, y opciones modernas como ensaladas de temporada con burrata y kale, además de postres elaborados con cacao ecuatoriano.

Para asegurar los más altos estándares de salubridad y calidad, los productos cárnicos provienen de proveedores certificados. Esto garantiza que cada plato cumpla con los requerimientos de seguridad alimentaria, sin comprometer la calidad ni el sabor que caracterizan la propuesta del restaurante.

De esta forma, el Gran Cóndor ha optimizado su capacidad para recibir tanto a turistas internacionales como al mercado local, proyectando un incremento del 10% de visitas del mercado local. Esta estrategia refuerza el objetivo del restaurante de ser un destino gastronómico imprescindible en Quito.

Con este concepto innovador y sostenible, Wyndham Quito Airport consolida su posición como un destino único que combina excelencia en la hospitalidad con un profundo respeto por las tradiciones y la comunidad ecuatoriana.