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Realizar pagos por productos y servicios se ha convertido en una actividad casi automática, pero su transformación en los últimos años ha sido sorprendente con el avance de la digitalización. La marcada diferencia en la forma de pagar entre una ciudad en Ecuador o muchos otros países de América Latina, y lugares como Estocolmo o Beijín radica en la creciente tendencia de dejar atrás el efectivo y optar por los numerosos sistemas digitales que ofrece la tecnología actual.

2 Abril de 2024 11.18

Suecia, pionera en la transición hacia una sociedad sin efectivo, ha alcanzado este logro a través de un proceso gradual influenciado por diversos factores económicos, tecnológicos, sociales y culturales. Esta evolución fue respaldada por una sólida infraestructura y políticas innovadoras que fomentaron el desarrollo en el sector de los pagos digitales. Por otro lado, no debería sorprendernos que las dos mayores plataformas de pago móvil del mundo operen en China. Según las estadísticas de un estudio realizado por Nimble AppGenie, el 19.1% de los usuarios de monederos digitales en el mundo prefieren AliPay, seguido de cerca por el 16.2% que optan por WeChatPay, y el 14.9% que eligen ApplePay.

¿Pero qué está impulsando el cambio en la forma de pagar en todo el mundo? La primera razón es la conveniencia y la seguridad que ofrecen las billeteras digitales, brindan todas las funciones de una billetera tradicional sin la necesidad de llevar efectivo ni tener una cuenta bancaria. Permiten diversos métodos como códigos QR o, si el teléfono cuenta con tecnología NFC, el pago se puede realizar acercando el dispositivo móvil. 

Además, las billeteras móviles ofrecen una amplia gama de funciones. Los usuarios pueden agregar puntos de fidelidad, vales e incluso certificados de regalo, lo que amplía significativamente las posibilidades de las eWallets. Estas funcionalidades virtuales incluyen opciones de débito y proporcionan una capa adicional de seguridad, permitiendo a los clientes utilizar su billetera tanto en tiendas físicas como en línea.

Según una encuesta realizada por Forbes Advisors en los Estados Unidos, el 53% de los participantes afirmaron utilizar las billeteras digitales con mayor frecuencia que los métodos de pago tradicionales, como efectivo o tarjetas físicas de débito o crédito, debido a la facilidad de uso que ofrecen los métodos de pago digital. Cuando se les preguntó sobre la principal razón para utilizar una billetera digital en sus compras, el 41% de los encuestados mencionaron la conveniencia, seguido por el 22% que dieron más importancia a la disponibilidad de recompensas y programas de fidelización.

Según Santiago Molina, director de Desarrollo de Negocios en BPC, las billeteras digitales ideales ofrecen al usuario un control total en línea, permitiendo ajustar desde la fecha de expiración, monitoreo de transacciones y hasta limitar el gasto. Estas deben ser accesibles en línea e integrarse con diversas aplicaciones y servicios web, lo que facilita pagos versátiles y transacciones instantáneas. Además, es crucial que incluyan tarjetas prepago virtuales respaldadas por una plataforma integral, que posibilite la creación, distribución y gestión eficiente de estas tarjetas vinculadas a la billetera electrónica.

A pesar de los considerables beneficios que ofrece el desarrollo de los pagos digitales para comerciantes, usuarios y gobiernos, la adopción masiva de estas soluciones enfrenta barreras importantes. Una de las principales es la exclusión financiera, que puede obstaculizar el acceso a servicios financieros para personas de edad avanzada o residentes en áreas rurales que no estén familiarizados con la tecnología o carecen de acceso a ella. Además, las preocupaciones relacionadas con la privacidad y la seguridad representan un desafío significativo, ya que el aumento de la dependencia de los sistemas de pago digitales suscita inquietudes sobre la protección de datos y la seguridad cibernética. 

Para avanzar hacia un modelo de pagos digitales similar al de los mercados más avanzados, es imperativo que en Ecuador se promuevan políticas y regulaciones que impulsen la innovación en este sector. Además, es crucial trabajar en mejorar la penetración tecnológica y el acceso generalizado a internet, factores que facilitan la adopción de soluciones de pagos digitales. La confianza en la tecnología desempeña un papel fundamental en la promoción de la aceptación de estos métodos, lo que garantiza un futuro financiero más eficiente y seguro para todos. (P)

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