SICPA es una empresa de origen suizo fundada en 1927, con presencia en Ecuador desde agosto de 2016. Está enfocada en la producción de tintas de seguridad para la impresión de billetes de banco, es líder en este sector y protege a más del 95 % de billetes que circulan en el mundo. Además, brinda soluciones gubernamentales de marcación y trazabilidad fiscal de productos sujetos a impuestos, combinando la seguridad material de las tintas con elementos de seguridad digital.
En Ecuador, SICPA ha sido un aliado estratégico del Gobierno ecuatoriano en la lucha contra el contrabando y la evasión fiscal. Ha estado a cargo durante los últimos años de dos sistemas de trazabilidad fiscal: el Sistema de Gestión y Verificación de Etiquetas Fiscales (SIGVEF), operado por el Servicio Nacional de Aduanas (SENAE) para el control de licores y vinos importados, y el Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación, Rastreo y Trazabilidad (SIMAR), a cargo del Servicio de Rentas Internas (SRI), para el control de la producción local de licores, cigarrillos y cervezas. Ambos sistemas están basados en la plataforma SICPATRACE®, diseñada para que los Gobiernos puedan ejercer un control efectivo de los productos sujetos a impuestos específicos.
“El SIMAR es un sistema robusto que permite tener un control integral y ha generado una recaudación adicional de más de US$ 100 millones. Para implementar este sistema, invertimos US$ 20 millones en software, hardware y equipamiento, instalado en líneas de producción de todas las fábricas para prestar el servicio de marcación y generación automática. Se convirtió en la empresa suiza con mayor inversión en el país en 2016”, destaca Paola Cobo, gerente general de SICPA en Ecuador.
En los últimos días del Gobierno anterior, el SIMAR estuvo sujeto a una serie de reestructuraciones. Las autoridades fiscales decidieron cambiar el modelo de trazabilidad fiscal en Ecuador, pasando de un control integral a un modelo declarativo, en el cual cada contribuyente escoge a su propio proveedor para la marcación y trazabilidad de sus productos.
Entre los cambios realizados, se omitió el proceso de calificación de los proveedores que podrían prestar el servicio, lo cual dificultó, en la práctica, el control y verificación del cumplimiento de los diferentes niveles de seguridad, menores a los niveles que estaban vigentes en las etiquetas ficales, las cuales son inviolables. “Basados en nuestra experiencia, se alertó sobre las oportunidades que existen para potenciar los beneficios de estos sistemas, utilizando referencias existentes en la región”.
En el caso de la marcación de licores, el contrato finalizó el pasado 24 de febrero de 2022 y, desde esa fecha, los productos en esta industria no están siendo marcados. Esto genera confusión en el mercado y hacia los consumidores, que están acostumbrados a verificar las etiquetas fiscales, además de los problemas que puedan existir en el ámbito sanitario, para detectar productos adulterados o de dudosa procedencia.
Cobo destaca que el modelo más adecuado, considerando el contexto actual del Ecuador, es el de trazabilidad fiscal del tabaco en Chile. Este se rige bajo un contrato marco definido y establecido por la autoridad tributaria, en el cual se establece la provisión de servicios con mecanismos y elementos de marcación estandarizados y de alta seguridad, pero facturado directamente a los productores, quienes asumen el costo del sistema de control integral. Este modelo incrementó en US$ 267 millones la recaudación del Gobierno chileno en 2021.
“La mayor oportunidad en los sistemas de trazabilidad fiscal en Ecuador está en el control posterior por parte de las autoridades. Planteamos que exista una nueva licitación internacional para que, independientemente del proveedor del servicio, se puedan integrar más beneficios en una solución similar y con menor costo para que las autoridades realicen una adecuada fiscalización”, añadió.
SICPA ha alertado sobre los inminentes riesgos del nuevo modelo propuesto, principalmente en el control tributario del país. No obstante, la decisión del SRI, en primera instancia, ya está tomada.
Con este antecedente, y teniendo en cuenta el prestigio de SICPA a nivel global como un aliado de Gobiernos para implementar sistemas de marcación y trazabilidad fiscal, además de su fuerte convicción de “habilitar confianza” en cada una de sus operaciones, la empresa suiza decidió no participar en el nuevo modelo de trazabilidad fiscal. (P)