Alaja: la nueva propuesta de gastronomía ecuatoriana
El restaurante Alaja abrió sus puertas en Scala Shopping para ofrecer una sensación culinaria que busca transformar la percepción de la comida ecuatoriana. Erick Dreyer, chef y propietario, nos cuenta la visión detrás de este proyecto que combina modernidad y tradición en cada detalle.

Alaja es una experiencia gastronómica que combina recetas tradicionales ecuatorianas con un toque renovado, todo en un espacio diseñado para celebrar la identidad cultural del país desde una perspectiva innovadora.

"El motivo de este restaurante fue crear un espacio contemporáneo donde podamos mostrar la gastronomía y la cultura ecuatoriana, pero desde una perspectiva diferente", explica Erick Dreyer, chef y propietario de Alaja. Su propuesta busca posicionar la comida ecuatoriana entre los mejores estándares culinarios y posicionar un concepto vanguardista que resalta los sabores auténticos del país.

Según este chef, Alaja no se define como un restaurante gourmet ni como fusión. Dreyer enfatiza que es un lugar donde "se come bien" y donde lo más importante es el producto ecuatoriano. "La idea es presentar recetas tradicionales con un pequeño giro, elevar su presentación y aprovechar al máximo los ingredientes locales". 

En el menú se pueden encontrar platos como el mote pillísimo, que combina huevo pochado, carne mechada y mote salteado; y los tostones de yuca con atún rojo acevichado. Los precios oscilan entre los US$ 7 y US$ 19, lo que les convierte en una opción asequible para quienes buscan una vivencia gastronómica completa.

El diseño del restaurante, liderado por María Gabriela Crespo, esposa de Dreyer, incorpora detalles que evocan las costumbres ecuatorianas de manera sutil. Desde una pileta central inspirada en los patios coloniales hasta neones con la imagen de la Virgen del Panecillo, cada elemento refuerza la identidad del sitio. Además, cerca del 50 % de los ingredientes utilizados proviene de un huerto propio, ubicado en Tumbaco, lo que asegura la frescura de los alimentos. 

Desde su apertura en agosto, Dreyer dice que el público disfruta de la comida y también redescubre el valor de los sabores ecuatorianos. "Queremos que la gente se enamore de nuevo del Ecuador y que vea que somos un país moderno, capaz de innovar sin perder nuestras raíces". Con miras al futuro, la pareja planea abrir un nuevo local en Quito.

Alaja no solo es un restaurante: es una declaración de lo que significa ser ecuatoriano en el siglo XXI. Un lugar donde la tradición y la innovación se encuentran para ofrecer una experiencia inolvidable.