Mis amigas que salvan el país
Esta columna va dedicada a todas mis amigas que me confirman que los buenos si somos más, pero que nos falta creernos y contagiarnos.
Esta columna va dedicada a todas mis amigas que me confirman que los buenos si somos más, pero que nos falta creernos y contagiarnos.
Hay veces que es divertido ser turista en nuestra propia ciudad. Tenemos la oportunidad de ir descubriendo estos lugares que muchas veces pasan desapercibidos en el corre, corre del día a día.
Comprar ropa y elegir qué ponernos debe ser una tarea mucho más consciente. Desde mi punto de vista es mejor transmitir quien en verdad somos, así la tarea diaria resulta más fácil. Debemos definir qué colores nos hacen sentir cómodos, cuáles nos sientan mejor, cuáles nos motivan.
No debemos renunciar a quienes somos, a nuestra nueva versión por agradar a familia o a amigos. Ni si quiera escondernos de nuestros errores o nuevas formas de pensar ya que es parte de nuestra propia construcción.
Para tener un mejor entorno no necesitamos profesionales exitosos, necesitamos personas que se consideren a sí mismas exitosas. Ellas se mantendrán fieles a sus convicciones y vivirán su éxito sin importar lo que haga o lo que piense la persona de alado.
Hoy es un campo, pero mañana pueden ser otros. Los empleados tanto técnicos como administrativos se quedan sin trabajo, pero tampoco les he visto hacer ruido al respecto. Esta industria que por mucho tiempo fue la industria pudiente del país hoy me decepciona al sentir que en estos momentos no se han podido organizar para hacer escuchar su punto de vista.
Los errores de los empresarios se pagan caro y parece que al sistema eso le alienta ya que la rigurosidad ante ellos es implacable. La responsabilidad no es compartida, pero el éxito sí. Pequeñas injusticias que el marco legal las respalda.
Para los triunfos si todos festejamos, nos ilusionamos y nos recargamos de esperanza para afrontar nuestros propios problemas. Pero cuando esos medallistas olímpicos nos buscaron de una u otra manera ¿qué hicimos realmente?
Estos meses el Estado y el Ministerio de Finanzas luchan por conseguir esos $1200 millones por otros lados que podrán tapar el parche unos pocos meses, pero no podrá ser constante. Hay que buscar una manera de balancear esto.
La formación en valores como la solidaridad radica más en el ambiente en el que crecemos que en la condición de hijos únicos. Esto es algo que se aprende con el ejemplo de los padres y de quienes nos rodean y no una sentencia dada la condición familiar.
Que suerte tenemos que nuestros superhéroes sean tan reales y humanos que no solo nos enseñen lo bueno sino también lo complejo.
Hay empresas que han perjudicado a sus empleados, pero cada una debe ser juzgada en su realidad y no desde un inicio tomar bandos que solo perjudican la continuidad de la empresa y las relaciones personales entre grupos que deben ser vistos como aliados y no como enemigos.
Mientras los jugadores sigan siendo los mismos, el árbitro o el entrenador poco podrán hacer. Se necesita remover a las bases, cambiar las reglas de juego y volver a valorizar lo correcto y no lo inmediato.
Debemos ser intolerantes con las injusticias y con los actos de corrupción sin importar quien lo haga ya que un género, una profesión o un estatus no debe ser motivo para disminuir el impacto de estas malas decisiones que no sólo involucran a un círculo cercano sino a todo un país.
Saber estar bien vestidos no debe ser una tarea costosa ni desgastante. Por el contrario, debe ser el momento en donde a través de la moda podemos demostrar a nuestro entorno como somos y que preferimos. Una persona consciente del medio ambiente seguramente tendrá en su closet prendas de algodón o lino que son aquellas que menos contaminan.
Mientras más nos apropiemos del Metro y sepamos que es nuestro propio beneficio más estaremos pendiente para cuidarlo. No es solo un trabajo de las autoridades de turno, sino que debe ser nuestro comportamiento cada que lo usemos.
Nos urge contar con gente valiente. Gente que no le tema salir a trabajar, que no le tema denunciar la corrupción, que no se deje ganar del miedo para salir adelante en su día a día. Esto únicamente lo logramos mejorando la seguridad y la percepción de seguridad de los ciudadanos.
Con el paso del tiempo me doy cuenta que el éxito de las personas no está en sus posiciones o en sus bienes sino únicamente en las conexiones que logra crear y mantener. Todo lo demás es pasajero.
A más de ser un nuevo comienzo Enero es mi mes y por eso siempre será un mes de mucha buena energía. Les recomiendo planificarlo bien, pero aprender también a saber adaptarse a los cambios. Cada año es una oportunidad para conocernos mejor y así poder sacar nuestra mejor versión.