Correspondencia con la prisión
Además de sus permanentes problemas de salud, ignorados por los médicos y guardias del corredor de la muerte, Nelson sufría esos días por su esposa, María del Carmen, que agonizaba lejos de allí por una enfermedad terminal. Sentí su angustia y frustración embozadas en esas palabras que, como siempre, terminaban mencionando los libros que había leído.