Columnistas
La solución, compleja, quizás utópica, quijotesca y posiblemente distante, pasará por enfrentar al tumor y combatirlo, y el objetivo debe ser recuperar la institucionalidad del país, recuperar la confianza en la justicia con una reforma integral que funde una verdadera carrera judicial; apoyar el trabajo de la fuerza pública dotándole de equipos, personal y respaldo legal para sus acciones; rechazar y combatir todos los actos de corrupción, incluso los que parecen más pequeños e intrascendentes.