El algoritmo vigila nuestros susurros y bytes
En la actualidad, el mero intercambio de palabras resulta insuficiente y peligrosamente ha entrado en un alarmante proceso de extinción o por lo menos, de uso restringido, hoy asistimos a una interacción simbólica mediada por complejos y misteriosos códigos binarios, inteligencia artificial y la omnipresencia del internet.