El cumpleaños de mi ex
Hoy mi familia es diferente a la que soñé de niño, pero no por eso menos bella. No es la familia tradicional, pero no por ello deja de ser un ejemplo.
Hoy mi familia es diferente a la que soñé de niño, pero no por eso menos bella. No es la familia tradicional, pero no por ello deja de ser un ejemplo.
Quizá siempre esté en mí: en mi voz, en mi sonrisa, en mi abrazo, en mi beso y en alguna desentonada melodía. En donde esté, hoy o en cualquier mañana, ella seguirá viviendo el amor a cambio del cual esperará lo mismo que antes: nada. Dentro de mí, un amor perpetuo que es y será una cuestión de almas y no de memorias.
No tuve amigos imaginarios, pero tuve juguetes que me hacían imaginar. Los dejé ir sin saber que, al hacerlo, también se iría esa parte de mí que en su habitación salvaba al mundo de las manos del mal, sin saber que desgarrarse es una herida que nunca cicatrizará.