Tomemos asiento
Sé también que el día que podamos sentarnos a pensar (no a tuitear, no a discutir, no a dedicarnos a ese oxímoron risible que es el ocio productivo), solo sentarnos a mirar y escuchar, algo va a cambiar. Y para bien. Así, que tengan la bondad -nunca mejor dicho- y tomemos asiento.