Lejos de uniformar, esta mirada impulsa cambios concretos en la manera de organizar tareas, comunicarse y tomar decisiones para que cada integrante pueda aportar desde su singularidad, sin miedo ni filtros.
Generar confianza es un reto para muchos líderes, debido a sesgos cognitivos. Si no se controlan, estos sesgos crean puntos ciegos en el liderazgo y causan estragos en el mantenimiento de la confianza.