La empresa norteamericana Ledy, desarrolladora en el mundo del metaverso, y Decent Amusement, contactaron al arquitecto Felipe Escudero Escudero para proponerle la construcción de una enorme ciudad digital. En un área de 6.000 hectáreas se albergarán oficinas, tiendas, galerías, eventos, centro comerciales y viviendas.
“Siempre me ha gustado la tecnología, el futuro, mis obras tienen mucha conexión con la interactividad de la naturaleza con la inteligencia artificial, cuando me propusieron no lo pensé dos veces era una gran oportunidad, me pagaron un poco mas de US$ 10.000 por el diseño”, explica.
El diseño de Ciudad Crystal le tomó dos meses, no había nada a su alrededor. Aquí pudo aplicar ideas que no pueden existir en el mundo real, ideas que brindan una visión de lo que podría ser en el futuro el mundo físico.
El trabajo de este arquitecto de 37 años, de madre brasileña y padre ecuatoriano, deja volar la imaginación al desafiar la gravedad que sólo puede existir en el mundo digital. Un ejemplo es la torre que salta hacia arriba y hacia afuera como un glaciar que se eleva desde su lecho de iceberg. Los cristales dan una sensación de lujo a esta construcción.
“Soy un navegante del futuro, incubadora de ideas, cuando diseño es importante para mi que mis trabajos sean atemporales, estéticamente te llevan al futuro. En el metaverso no tienes que preocuparte de la lluvia, el envejecimiento, si se caen o no las construcciones, el proyecto saca provecho de eso y tienen unos volados gigantes de los cristales, que es imposible hacerlo realmente, un techo de agua en el mercado, el teletransportar es una base de bloques que parecen hielo, que se van derritiendo al tiempo que se adquieren los locales o casas. Lo llevé al extremo”.
Como todo un artista no para de soñar, comenta que en esta ciudad digital albergará un estudio y una galería en una estructura que se asemeja a un glaciar flotante. Desde ropa, muebles, hasta música (futurista, experimental con influencia del hip hop) y videos, se expondrán en OBBBIO.
Estudió en Estados Unidos, Berlín, París y Roma y su maestría la hizo en Architectural Association en Londres., ha trabajado en importantes estudios arquitectónicos en Beijing, Londres y Nueva York. Hace seis años decidió regresar a Quito y poner su propia oficvina de diseño. “Cuando estuve en Italia estudié toda la arquitectura clásica y el renacimiento, todas esas ideas las aplico en mis creaciones, con un orden increíble, con simetría, hay veces que no creen que algo así pueda haber en Quito”.
Este año concluyó la construcción de casa Magnolia en el valle de Puembo. Para él es su obra más importante, la llamó así porque tiene a este árbol en su interior y la construyó para su madre. Esta vivienda de 700 metros cuadrados costó US$ 1 milón, incluidos jardines, pero sin contar el valor del terreno.” Cada producto está diseñado para sentirse animado como si tuviera un alma".
Al momento está trabajando en un proyecto de torres residenciales en el valle de Cumbaya, cuyo valor alcanzará los US$ 8 millones, el estudio arquitectónico de Escudero obtendrá un 7% de ese valor. Paralelamente está incursionando en Miami, para lo cual cuenta con el apoyo de una empresa de PIAR para internacionalizar su estudio de arquitectura. (I)