Diferentes problemáticas relacionadas con crisis ambientales y sociales como hambrunas, desempleo, contaminación de campos de cultivo, entre otros, han llevado a líderes de diversos ámbitos a tomar cartas en el asunto, a través de la participación activa en iniciativas públicas y privadas que buscan contribuir a la sostenibilidad global.
Para Betterfly, el primer unicornio social de Latinoamérica, el pilar neurálgico de todo lo que hace se decanta en el triple impacto de la organización: la claridad del valor económico del negocio, el impacto ambiental y la profunda sensibilidad y conciencia en la mirada social.
Juan Pablo Larenas, Chief Impact & Community Officer de Betterfly, afirma que las empresas hoy en día deben pensar en cumplir una misión que sobrepase la búsqueda de beneficios propios y que las compañías retribuyan los beneficios y ganancias, por medio de acciones que impacten positivamente al medio ambiente y a la sociedad.
Actualmente, existen más de 900 empresas B certificadas en América Latina y Caribe, las cuales tienen el objetivo de transformar la economía global para beneficiar a todas las personas, además de generar impacto en las comunidades. al ser agente de mejora para el planeta.
“Estamos seguros que poner el propósito social en el centro de todo lo que hacemos, nuestras operaciones, cultura y marca, es la razón por la que hemos podido crecer como lo hemos hecho y alcanzar varios hitos que solo un par de años atrás hubieran parecido imposibles”, comenta Larenas.
¿Qué son Sistema B y Empresas B?
Un Sistema B es una organización sin fines de lucro que cree que los Gobiernos, organizaciones y ciudadanos deben trabajar en conjunto, con el objetivo de construir una nueva estrategia en la que el éxito y los beneficios financieros impulsen la construcción de una economía más justa, equitativa y regenerativa para las personas y para el planeta.
Según las bases en las que se sustenta Sistema B, Betterfly tiene un desempeño superior en la contribución al bienestar económico y social de las comunidades en las que opera, y que, a través de esta contribución, la compañía construye una prosperidad compartida y sostenible para todos.
“Betterfly tiene la misión de cambiar el mundo a través del servicio que ofrecemos y eso está en nuestro ADN como Empresa B. Trabajamos para lograr un entorno social más equitativo, inclusivo y diverso poniendo a la persona en el centro de la ecuación”, explica Alejandro Freund, Country Manager de Betterfly en Ecuador.
Actualmente, Ecuador existen 23 compañías certificadas como empresa B, traducido como un aporte a la economía ecuatoriana en 1.235 colaboradores y US$ 158,9 millones en ingresos anuales. (P)